Acura TLX 2021: ¿Un Sedán Premium que Te Hará Olvidar el BMW Serie 3?

¿Está Acura TLX 2021 a la altura de las expectativas? ¿Puede este sedán premium desafiar al rey del segmento, el BMW Serie 3? ¡Descubre nuestra opinión y un análisis a fondo de sus características, rendimiento, diseño y más!

Acura TLX 2021: ¿Un Sedán Premium que Te Hará Olvidar el BMW Serie 3?
Acura TLX 2021

¡Hola, amantes del motor! Hoy vamos a analizar a fondo el nuevo Acura TLX 2021, un sedán que llega para revolucionar el segmento premium. ¿Será capaz de hacer sombra al reconocido BMW Serie 3? ¡Vamos a descubrirlo!

Acura TLX 2021
Acura TLX 2021

Acura decidió ir a lo grande para renovar al TLX. 👋 No se conformaron con crear un simple Accord de lujo, ¡no! 💪 Decidieron tomar el camino difícil y desarrollarlo a partir de una hoja en blanco. La nueva generación no quiere dejar ni un flanco descubierto y va desde una compleja suspensión delantera hasta un increíble arsenal de asistencias de conducción.

¿Pero es suficiente para hacerle sombra al BMW Serie 3? 🤔 ¡Sigue leyendo para descubrirlo!

Un diseño que no pasa desapercibido

Con pocos autos profundizo tanto al hablar de diseño, pero con el Acura TLX 2021 siento la obligación. Desde que lo conocimos en fotos, estaba claro que Acura quería un sedán que robara miradas. Y es que siendo rival de sedanes de tradición como el Serie 3, A4 o Clase C, el TLX necesitaba un diseño escandaloso. Y sin llegar a ser exagerado, sí consigue una apariencia bastante llamativa.

Acura TLX 2021
Acura TLX 2021

Es un sedán musculoso y atlético que exalta su carácter deportivo mediante múltiples líneas de estilo, rines de 19 pulgadas, la enorme parrilla que caracteriza a Acura y desde luego, este diseño de faros y calaveras que aunque son completamente nuevos, mantienen el ADN de la marca.

Esta versión, que por el momento es la única disponible, se llama Advance y no recibe como tal un tratamiento deportivo adicional, como sí sucede en las versiones A-Spec y Type S.

Al haber sido desarrollado sobre una plataforma completamente nueva, Acura pudo permitirse hacerlo todavía un poco más largo (crece 73 cm) para llegar a un total de 4.94 m. Esto lo convierte en el sedán más grande de su categoría. Y es que de algún modo, compite contra el Serie 3, pero tiene la talla de un Serie 5, o una Clase C, pero con talla de una Clase E.

Pero desde luego, para triunfar en el segmento premium hace falta más que una cara bonita y una carrocería larga. Vamos a ver qué nos prepara el interior.

Un interior premium que enamora

La cabina sigue el estilo espectacular del exterior y nada contracorriente pues de estos interiores minimalistas que hemos visto en otras marcas. El tablero se siente bastante cargado, me gusta el diseño en forma de V, la consola central elevada y sobre todo, la selección de materiales. Ahí es donde Acura ha invertido mucho esfuerzo y se nota. Hace algunos años, sus cabinas oscilaban entre ser premium y no serlo, y hoy queda muy claro: todo en el interior del TLX tiene un tacto muy suave y ninguna pieza se llega a percibir económica.

Lo que sí es que hay un pequeño margen de mejora en los ensambles, y es que esta unidad que es prácticamente nueva tiene algunos pequeños crujidos al pasar por irregularidades del camino, quizás acusando falta de precisión en algunos ajustes entre piezas. Pero nada que llegue a ser escandaloso, las uniones en tablero o puertas se notan bastante sólidas.

Del diseño interior, quizás lo único que cambiaría sería esta perilla, porque tú dirás: "Es el control del volumen, es lo más lógico de pensar". Pero no, es el selector de modos de manejo. El control del volumen curiosamente está donde la mayoría de los coches colocan justamente el control de modos de manejo. De ahí en fuera me gusta lo que veo, habrá quien el tablero le parezca demasiado cargado, eso a mí me agrada.

Tenemos también esta pantalla de 10.2 pulgadas, tipo tablet, para el sistema de info entretenimiento. Se controla mediante un touchpad. Acura lo hizo persiguiendo una interfaz más intuitiva, mayor facilidad de control y quizás a largo plazo lo logres, pero sí que es verdad que en principio cuesta trabajo acostumbrarse, pues a la predicción de los comandos, sobre todo con el coche en movimiento. Quizás ya después de algunos meses de uso eh pues lo llegues a dominar, pero en principio no es tan fácil acostumbrarse.

Un equipamiento completo que enamora

Pero lo mejor al interior del nuevo TLX no está ni en el diseño ni en los acabados, sino en el equipamiento. Y es que esta versión Advance, por 819,900 pesos, incluye muchísimo equipamiento de serie que sus competidores usualmente dejan en el plano opcional.

De hecho, lo único que llegué a extrañar realmente es un cuadro de instrumentos digital. En un vehículo de este nivel, es raro encontrarse todavía con velocímetro y tacómetro analógicos. Hay una pantalla al centro a color con múltiples menús, sí, pero no es completamente digital.

Fuera de eso, el equipamiento simplemente no deja lugar para quejas. Vamos a tener asientos delanteros con ajuste eléctrico, calefacción y ventilación. Tenemos también memorias para los espejos laterales que además son antideslumbrantes automáticamente, son electrocromáticos. Tenemos cámara de visión de 360°, head-up display, cargador inalámbrico para teléfonos, quemacocos, llave inteligente con encendido remoto de motor, iluminación ambiental y sistema de navegación.

El sistema de sonido es una de sus mejores cualidades, fue puesto a punto por el productor Elliot Scheiner y tiene 17 bocinas para crear un sonido simplemente espectacular.

Tecnología de seguridad de última generación

En el campo de tecnología de seguridad también hay mucho de qué hablar. El nuevo TLX incluye de serie muchas asistencias de conducción que sus rivales suelen dejar en el plano opcional. Estoy hablando, por ejemplo, de alerta de colisión frontal con freno autónomo de emergencia y detección de peatones, monitor de punto ciego, alerta de tráfico cruzado, control de velocidad crucero adaptativo con función de seguimiento de carril (también funciona para seguimiento a baja velocidad). Tenemos también prevención de colisión trasera, alerta de abandono involuntario de carril y luces altas automáticas.

Un espacio trasero correcto con detalles a considerar

Ahora, en la parte de aquí atrás es un vehículo bastante confortable, el espacio, como era de esperarse en un sedán de 4.94 m de largo, es bastante bueno. Tenemos buen lugar para piernas, buen lugar para rodillas, también es fácil colocar los pies bajo el asiento delantero, a lo largo no tengo quejas, pero sí hay que tener en cuenta algunas consideraciones. Y es que este sedán, siendo un vehículo de tracción integral, pues esto le resta un poco de espacio para cabezas. Yo mido 1.68 y me sobra apenas un puño. Si me paso al asiento central, voy prácticamente rozando el techo, y el túnel central tampoco es demasiado bajo. Eso hay que tenerlo en cuenta. Otro aspecto que me llama la atención es que sí tenemos salidas de aire acondicionado atrás, eso es muy bueno, digno de un vehículo premium, pero creo que me faltan tomas de USB, tomas de corriente para cargar teléfonos. Únicamente tenemos dos en la consola central y un cargador inalámbrico, pero como tal, no tenemos una toma de corriente que de al alcance de quien va sentado aquí atrás.

Un detalle que sí me gustó bastante es que de las 17 bocinas que están distribuidas alrededor del vehículo, dos van colocadas en el techo y eso hace que la experiencia de sonido en la parte de atrás también sea muy buena.

Un motor potente que te pegará al asiento

Pero bueno, ya hablamos de cómo ha mejorado el interior, qué tan bien equipado está y cómo su apariencia realmente hace que lo voltees a ver. Pero para considerarlo una opción seria en el segmento premium, tiene que manejarse a la altura. ¡Vamos a darle una vuelta!

Cuando decía que Acura fue a lo grande para renovar al TLX, sí me refería parcialmente pues al diseño, a los interiores, la tecnología, todo lo que hemos hablado hasta ahora. Pero donde realmente echaron toda la carne al asador fue al momento de desarrollar el chasis. Su plataforma es completamente nueva y no tiene nada que ver con Honda. Aumentó un 50% su rigidez torsional respecto a la generación anterior, y también es un 100% más rígida en la zona de la unión de la suspensión con el chasis.

De hecho, es justamente al hablar de la suspensión donde encontramos una de las claves de esta nueva generación. Y es que en lugar de emplear un eje delantero tipo MacPherson, emplea una suspensión delantera de doble horquilla. Esto nos va a traer, sin mayor complejidad, pero también un mejor desempeño dinámico y una mejor calidad de marcha.

Su paso por curva es bastante neutral y lo hace con agilidad. Esto gracias tanto a la suspensión delantera de doble horquilla como al sistema de tracción integral de Acura que, pues es bastante inteligente. Se vale de la electrónica para saber cómo distribuir el poder. También contamos con reparto vectorial de par, y esto consigue que aunque sea un sedán grande, sí se entienda bastante bien con caminos sinuosos.

De serie incluye amortiguación variable que modifica el grado de rigidez de su pisada. Esto es bueno porque si lo pasamos a modo cómodo se torna más suave, y en modo deporte (así lo llama Acura) se vuelve un tanto más rígido pues para tener una mejor sensación de control.

El TLX cuenta con modos de manejo: cómodo, normal, deporte, y además incluye un modo de manejo individual para que tú seas quien ponga a punto, no sé, quizás quieres la respuesta del motor en modo deportivo, la suspensión algo rígida, pero el volante más ligero, con mayor comodidad, entonces ahí lo administras tú a tu gusto.

Si Acura decidió crear un TLX así de complejo, es por culpa del apellido Type S. La marca decidió revivir sus versiones de alto desempeño y el TLX Type S nos endulza el oído con un V6 turbo de más de 300 caballos de fuerza, frenos Brembo y ajustes rígidos.

Esta versión Advance no lleva nada de eso, pero que el cascarón, por así decirlo, sea él mismo, habla muy bien de las capacidades dinámicas de este vehículo.

Bajo el cofre vamos a encontrar el mismo motor del RDX, que a su vez es compartido con el Civic Type R. Es un motor turbo de 2.0 litros, desarrolla 261 caballos de fuerza y 280 libras pie. Y de su respuesta, lo más sobresaliente es que no hay nada de turbo lag. Realmente, incluso al primer roce de acelerador sientes que el coche despega con contundencia. Y conforme la aguja se va poniendo más vertical, alcanzas revoluciones más altas, la respuesta se vuelve considerablemente más contundente.

No es un vehículo explosivo, la potencia tampoco me atrevo a decir que le sobre, pero no llega a ser lento o a sentirse torpe. Creo que el motor le queda como guante, siempre que no lo pienses como un vehículo de alto desempeño.

La responsable de enviar el poder a las cuatro ruedas es una transmisión automática de 10 velocidades. Me gusta por la suavidad de su operación. En cuanto a confort, no tengo ninguna queja. Su programación también se nota muy enfocada hacia la comodidad, aunque quizás sí al hablar de alto desempeño no sea la caja ideal. Y es que sí es eficaz, sí cumple, pero los cambios quizás no son tan rápidos como lo esperarías en un vehículo de alto desempeño.

Repito, al final esta versión Advance no busca el alto desempeño, pero me hace un poco de ruido que esta caja esté en toda la gama del TLX, y que incluso la versión Type S la conserve. Ya veremos qué tal se comporta en esa versión deportiva.

Los cambios se pueden hacer a voluntad mediante las paletas al volante, pero su respuesta tampoco es la más rápida, simplemente se queda pues en la media.

Un sedán que te invita a disfrutar de la carretera

Fuera de ello, da gusto encontrarse con un sedán así, con una calidad de marcha muy sedosa, y que en línea recta realmente ofrece una conducción muy tranquila, está muy bien insonorizado. Pero que a la vez, sea capaz de trazar curvas con destreza y de divertirnos.

De momento es todo lo que puedo contar del nuevo TLX en esta primera toma de contacto en carretera y autopista. Más adelante lo catáremos a profundidad en ciudad para saber cómo se comporta en caminos irregulares, en caminos más estrechos, además porque, pues es un vehículo ancho, la posición de manejo sientes como que el cofre está algo abultado. Me gusta porque se ve deportivo, hay que ver qué tan funcional es esto en ciudad y desde luego, pues los consumos.

Cuando hablamos de marcas premium, Acura no es la primera en la que pensamos, quizás tampoco ni la segunda ni la tercera, porque las firmas alemanas realmente se han afianzado en nuestras mentes. El TLX se enfrenta a ese reto y tiene los elementos necesarios para que lo voltees a ver: un diseño espectacular, una dinámica que convence, un altísimo nivel de comodidad y sobre todo, un nivel de equipamiento que lo incluye todo de serie, mientras sus competidores suelen dejarlo en el plano opcional.

Quizá a veces nos encaprichamos con un emblema, pero el TLX quiere ser la compra inteligente de su categoría. Lujo y sabor deportivo a un precio que no es bajo, pero vale cada centavo.

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Nos vemos en el próximo video. 👋