¡Autos extraños! Colaboraciones que jamás debieron existir.
¿Te imaginas un Ferrari que en realidad es un Maserati? ¿O un SUV de Chevrolet que lleva un logotipo de Subaru? ¡Descubre las colaboraciones automovilísticas más raras de la historia!
En el mundo del automóvil, las colaboraciones no siempre son tan exitosas como se esperan. A veces, las marcas deciden unir fuerzas para crear autos que parecen sacados de una película de ciencia ficción, y que, por lo general, no terminan siendo un éxito. ¿Cómo es posible que un vehículo tan icónico como un Aston Martin se convierta en un Toyota? O que un Subaru se disfrace de Chevrolet? ¡Prepárate para conocer las colaboraciones automotrices más extrañas que jamás debieron existir!
Autos rebadgeados: cuando el engaño se vuelve común
El mundo del rebadgeado es un terreno lleno de sorpresas. Y es que, en muchas ocasiones, las marcas deciden usar la carrocería, el chasis, e incluso los motores de un vehículo ya existente, y le colocan su propio logotipo.
A veces, este proceso tiene sentido. Por ejemplo, cuando una marca quiere entrar a un nuevo mercado y necesita un vehículo para ofrecer rápidamente. Sin embargo, a menudo el rebadgeado termina siendo un fracaso, especialmente cuando se trata de marcas con identidades muy diferentes.
En el universo del rebadgeado, encontramos diferentes ejemplos, como el Honda Crossroad (1993), un modelo que no es otra cosa que un Land Rover Discovery, pero con un logo de Honda.
Esta colaboración nació en la década de 1990, cuando Honda y el grupo Rover decidieron compartir algunos componentes para sus vehículos. La idea era que Honda pudiera vender algunos de sus coches en el Reino Unido con el logo de Rover, y que Rover, a su vez, pudiera acceder al mercado japonés. Y, como resultado, nació el Crossroad.
Sin embargo, este engendro no funcionó. El Crossroad fue uno de los autos rebadgeados más famosos por su falta de calidad. El público no logró apreciar un Honda que no era un Honda, y el modelo terminó siendo un fracaso.
Más colaboraciones extrañas: ¿por qué se arriesgan las marcas?
Pero el Crossroad no es la única colaboración extraña que se ha visto en el mundo del automóvil.
La Kia Elan (1996) es otro ejemplo de este fenómeno. En este caso, la marca coreana decidió utilizar la plataforma del Lotus Elan, que era un deportivo británico de los años 90. El Elan era un coche relativamente exitoso, pero Kia no estaba interesada en desarrollar un deportivo desde cero. Entonces, se les ocurrió la idea de comprarle la plataforma a Lotus y rebadgearlo.
La idea no era mala, pero el resultado no fue tan positivo. El Kia Elan no logró calar en el mercado. Se vendió en cantidades muy pequeñas.
La Toyota Cavalier (1989) es otro caso curioso. Toyota quiso ofrecer un coche con un aire americano a los consumidores japoneses. Así que decidió rebadgear el Chevrolet Cavalier y ponerle un logo de Toyota.
Pero esta colaboración también fue un desastre. El Cavalier era un coche grande para el mercado japonés, y la calidad no era la que se esperaba de un Toyota. Además, los compradores japoneses no estaban interesados en un Toyota con un aire americano.
Otras colaboraciones que no pasaron de un intento:
Además de estos ejemplos, hay otras colaboraciones extrañas que no llegaron a la producción en masa, pero que nos dan una idea de cómo las marcas se arriesgan en el mundo del automóvil.
Por ejemplo, la Mercedes-Benz X-Class (2017), una pickup basada en la Nissan Frontier, fue un intento por parte de la marca alemana de entrar en el segmento de las camionetas. Sin embargo, la X-Class nunca logró atraer al público.
La Aston Martin Cygnet (2011), un pequeño hatchback basado en el Toyota iQ, era un intento de Aston Martin de ofrecer un coche pequeño y eficiente para el mercado europeo. Pero la Cygnet fue un fracaso comercial, y se dejó de producir en 2013.
Por último, el Volkswagen Routan (2009), una minivan basada en el Chrysler Town & Country, fue un intento de Volkswagen de volver al segmento de las minivans. Sin embargo, el Routan fue un fracaso, ya que no tenía la calidad de un Volkswagen, ni la practicidad de un Chrysler.
En conclusión, el mundo del automóvil está lleno de historias extrañas y colaboraciones que no siempre terminan siendo exitosas.
¿Qué opinas sobre estas extrañas fusiones automovilísticas? ¿Crees que alguna de ellas podría haber tenido éxito? Comparte tu opinión en los comentarios y no te olvides de suscribirte para no perderte más contenido como este!
Preguntas Frecuentes:
- ¿Qué es el rebadgeado?
El rebadgeado es un proceso por el cual una marca toma un vehículo ya existente de otra marca y le coloca su propio logotipo.
- ¿Por qué las marcas deciden rebadgear sus vehículos?
Las marcas pueden rebadgear sus vehículos por diferentes razones. En ocasiones, desean entrar en un nuevo mercado y necesitan un vehículo para ofrecer rápidamente. Otras veces, pueden querer ofrecer un vehículo con un aire diferente al original.
- ¿Siempre funciona el rebadgeado?
No siempre. El rebadgeado es un proceso arriesgado, y a menudo termina siendo un fracaso.
- ¿Cuáles son los ejemplos más famosos de rebadgeado?
Algunos de los ejemplos más famosos de rebadgeado incluyen el Honda Crossroad, el Kia Elan y el Toyota Cavalier.
- ¿Por qué el rebadgeado puede ser un fracaso?
El rebadgeado puede ser un fracaso cuando las marcas que colaboran tienen identidades muy diferentes. Los compradores pueden no estar dispuestos a comprar un vehículo de una marca que no sea conocida por su calidad, estilo, o seguridad.