¡A Volar por los Alpes! 🚗💨 Aventurándonos por los Tramos del Rally de Montecarlo con el Cupra Formentor

¿Te imaginas recorrer los míticos tramos del Rally de Montecarlo al volante de un Cupra Formentor? ¿Qué te parecería sentir la adrenalina de las curvas y la emoción de las bajadas de los Alpes Franceses? ¡Acompáñame en este viaje!

¡A Volar por los Alpes! 🚗💨 Aventurándonos por los Tramos del Rally de Montecarlo con el Cupra Formentor
Cupra Formentor

¡Hola amantes del motor! Hoy vamos a embarcarnos en una aventura diferente, una que combina la pasión por los autos con la belleza de los Alpes Franceses. 🇫🇷 Vamos a recorrer algunos de los tramos más icónicos del Rally de Montecarlo al volante de un Cupra Formentor, un SUV deportivo que te hará sentir la adrenalina de cada curva.

¡Un Viaje por Autopista!

Para llegar a las carreteras francesas del Montecarlo hay que hacer kilómetros, muchos kilómetros. Y hay que hacerlos por autopista. La autopista es el mal necesario si queremos llegar a donde queremos llegar. Si queremos ir rápido, por supuesto, porque la autopista sí que tiene una ventaja, la velocidad.

Aunque no te permite disfrutar del paisaje, te lleva rápido a donde quieres ir. Y en Francia un poco más, porque aquí el gobierno debe fiarse un poco más de sus súbditos y les deja ir a 130 km/h en lugar de los 120 de España.

Si salís desde la cornisa cantábrica, podéis pasar a Francia por Irún y viajar hacia la costa azul por la A61 y la A64 por Toulouse.

Para el resto, la frontera buena es la de La Junquera en Girona, para coger la A9 hasta Nimes, y desde allí por la A7 hasta Grenoble, por los tramos del Ardèche o la A6 hacia Niza, para los más cercanos a Mónaco, Turini incluido.

En cualquier caso, circular a 120 en España y a 130 en Francia con este Cupra Formentor de 245 caballos nos ha permitido comprobar que su consumo medio en autopista es de 7,6 litros. Así exactamente.

Cupra Formentor Negro
Cupra Formentor Negro

¡Un Poco de Ardèche!

Hasta destino hay un ratito, pero todo termina en la vida, incluso la autopista. Y se acabaron los camiones, las autocaravanas y, sobre todo, se acabó esa especie que debería estar en extinción pero que está en expansión en toda Europa, que son los ocupas del carril central.

Lo que no se acaba es el pillaje... vamos a ver cuánto nos cuesta llegar hasta aquí.

Desde la frontera de Le Perthus hasta Montelimar, en el valle del Ródano, en el Ardèche, 344 pavos con 60. ¡Pa' mal! Como dicen aquí.

Vamos hacia nuestro primer tramo en el Ardèche: Burzet.

Este es uno de los grandes monumentos del Rally de Montecarlo, dominado por el castillo de Galimard. Burzet es un pequeño pueblo de apenas 525 habitantes censados, situado en el departamento del Ardèche y atravesado por el río Bourges.

En el Montecarlo, y aunque hay variantes, Burzet suele ser inicio y final de tramo.

El tramo de Burzet es un tramo en bucle, eso significa que empieza y termina en este pequeño pueblo del Ardèche.

Empieza en la D289 y termina en la D215.

Pues venga, nos vamos a hacer Burzet. Lo tenemos ya en el navegador y para estas cosas, Drive Profile, modo Cupra, ahí está. Cambio en manual ¡Y a disfrutar!

Burzet Burzet son 45 km de locura. El tramo arranca a 465 m, asciende hasta 1319 y vuelve a la altitud inicial al regresar al pueblo. Se inicia en la carretera D289, estrecha y bacheada hasta Sagnes de Gudalet, y en invierno la nieve suele estar casi siempre presente.

En 1973, en la primera edición del campeonato del mundo, 140 coches quedaron atascados en el pueblo bajo una intensa nevada al bloquear la carretera un coche accidentado.

El inicio del tramo de Burzet es tremendamente bacheado, además la carretera es muy estrecha y las curvas a derecha e izquierda son constantes. Aquí tienes que emplearte un poco a fondo, porque para mantener tu propio carril, digamos, no? Es una carretera en la que ir a 50-60 tienes ya una sensación de velocidad brutal, porque es súper estrecha y además no hay apenas rectas, prácticamente todo son curvas, una detrás de otra, con pequeños puentecitos de piedra, y sobre todo, creo que lo estáis notando mucho, mucho, mucho bache, uno detrás de otro.

Toda esta primera subida, que es toda bacheada y muy estrecha, lo que más se nota es la potencia del motor. Y en este caso, la verdad es que este coche va de cine. El motor es un 2.0 turbo, son 245 caballos, y empuja una barbaridad, motor de gasolina que tira para arriba cuando entra el turbo, se nota hay vigor en este motor y, por lo tanto, para una carretera de este tipo, en la que hay que subir y darle un poco para que suba bien, la verdad es que es una gozada.

A medida que la carretera asciende, se va haciendo más rápida, casi al mismo tiempo que el paisaje se despeja. El bosque desaparece y los pastos monopolizan el terreno con algunos grupos de árboles aquí y allá.

En enero, en las fechas del Montecarlo, superar aquí arriba los 0º es algo que sucede en muy pocas ocasiones, y el viento helado convierte la carretera en una especie de pista de bobsleigh. En verano, nada que ver, calor y paisaje idílico.

La carretera de D289 termina en un cruce donde hay que tomar la de 122 a la derecha, en dirección a Saint-Raphaël. Antes de llegar al pueblo dejaremos a la izquierda un cruce hacia Saint-Martial, por la D215, donde termina el tramo cuando no se disputa en bucle.

¡El Mulínon, una Prueba Inolvidable!

Esta es la zona que los franceses llaman del plateau, es decir, la parte de arriba del todo, y hay rectas más o menos largas. Aquí la dificultad ahora es mínima porque son carreteras absolutamente rectas con muy pocas curvas. La dificultad en el Rally es que esto en invierno está completamente nevado, y por lo tanto es ahí donde radica la dificultad de este tramo, porque probablemente en la subida no hay nieve, y en cambio aquí arriba sí, entonces para los pilotos, por ejemplo, la elección de neumáticos es complicadísima, porque si montas claveteados, tienes el riesgo de llegar arriba sin clavos, y aquí los necesitas. Y si sales sin clavos para poder hacer la subida rápida, una vez llegas aquí empiezas a bailar, a bailar y a bailar, es una de las gracias del Montecarlo.

A la salida de Saint-Raphaël, la D215 desciende siguiendo el torrente del río Bourges, que ha excavado esta tierra de antiguos volcanes. La bajada es de 18 km en medio de bosques, primero de abetos, y luego de hayas, hasta llegar de nuevo a Burzet.

En esta zona es donde más se complica el tramo, sobre todo en invierno, no cuando es el Rally, porque está lleno de nieve, de hielo, sobre todo lo que queda de un día para otro, que no se va, que está prácticamente aquí todo el invierno. Y además, hay algunos chicos simpáticos de los que vienen a ver el Rally, esto pasa sobre todo en el Montecarlo histórico, que lo que hacen es echar nieve en las curvas más comprometidas para que los coches derrapen y algunos incluso acaben haciendo trompo completo, ¿no? No es que sean muy simpáticos, pero bueno, son cosas que pasan. La verdad es que este tramo de carretera es talvez el mejor de los que conforman Burzet, primero porque es igual de estrecho que el de la subida, pero está mucho mejor a nivel de firme, y por lo tanto aquí también se disfruta muchísimo de la conducción, sin, sin tanto salto como en la otra parte.

¡Un Recorrido Histórico! ⛰️

Desde Burzet hasta el Mulínon, 38 km de longitud, es el segundo tramo de este reportaje. Hay muy poca distancia, hay que dirigirse hacia Antraigues-sur-Volane y buscar la carretera de D318, que nos llevará hasta Genestelle y Saint-Joseph-des-Bauges. A medio camino, hay que coger la D218 a la izquierda.

Por este puentecito se entra al segundo tramo que vamos a ver, el tramo del Mulínon, que vamos a hacer al revés de cómo habitualmente se hace. Nosotros lo haremos desde Antraigues hasta el Mulínon pasando por Saint-Julien-du-Gua. Se ha hecho tanto en ese sentido como en el inverso.

El tramo, que hasta Genestelle seguía un tranquilo curso de agua, empieza a subir hacia el Col de la Fayolle, que coronaremos antes de llegar a Saint-Julien-du-Gua.

Toda la primera parte de esta carretera hasta Saint-Julien-du-Gua es una carretera de estas típicas de los prealpes franceses, es una carretera sin pintar, muy bacheada, tremendamente bacheada, en un paisaje, eso sí, exuberante, ahora en verano, plagada de pequeños muretes de piedra, de algunos puentes que van pasando por encima de pequeñas carreteras. Lo cierto es que es una carretera muy variada, de estas que te permite mantener un buen ritmo. Es lo suficientemente ancha como para que vayas viendo si viene alguien de cara y no haya peligro, no, no puedes, evidentemente, correr muchísimo, pero sí ir manteniendo un ritmo más o menos elevado, que te permite también disfrutar de la conducción. Lo cierto es que hay muchas carreteras como esta aquí en esta zona, pero esta, la que va al Mulínon, es una de las más largas y de las que más difícil tienes a la hora de coger el ritmo, porque es tremendamente cambiante. Toda ella, esta primera parte, insisto, en subida, muy chula, la verdad.

Este tranquilo pueblo, ejemplo de la Francia vaciada, con apenas 200 habitantes, es otro de los puntos neurálgicos del Montecarlo. Por él pasa el tramo del Mulínon, tanto en el sentido hacia, como lo estamos haciendo nosotros, como en sentido desde. Pero además por aquí pasa también el tramo que va de Saint-Pierreville a Antraigues, por la D58.

Cupra Formentor Negro
Cupra Formentor Negro

Una vez pasado Saint-Julien-du-Gua, que es un pueblo en el que convergen diferentes tramos, siempre alguno u otro lo acaba atravesando, se puede hacer desde el Mulínon hasta Antraigues, pero también desde Saint-Pierreville, por ejemplo, y pasas siempre por ese pueblo. La carretera hacia el Mulínon cambia radicalmente, se estrecha muchísimo más. Esta es una carretera en la que hay que tener bastante más cuidado, porque es una carretera de un único coche, tremendamente bacheada, por lo tanto, con muy mala visibilidad. En algunos sitios puedes apretar un poco más cuando ves las enlazadas que vienen y sabes que no viene nadie, pero es una carretera para ir con bastante más cuidado.

Hay algunos puntos donde el Cupra prácticamente acaba tocando ambos bordes de la carretera, los dos márgenes, de manera que es realmente estrecha. Yo me imagino pasar aquí en invierno, con esto nevado, con un coche de rallies... Tiene que ser alucinante.

Burzet y el Mulínon siempre van juntos por su cercanía y porque con sus longitudes de 45 y 38 km completan una dura doble prueba.

Pero en esta zona cercana a Valence podréis acercaros también a Saint-Bonnet-le-Froid, con un plato espectacular en su parte más alta, y en el margen derecho del Ródano. Los tramos citados están en el izquierdo. Hay otros dos monumentos: Saint-Jean-en-Royans que va del citado pueblo hasta las Lindumas, por el Col de la Charasson, una carretera cerrada en invierno que solo se abría para el Rally, y hoy, para el Montecarlo clásico, y Saint-Barthélemy-de-Séchilienne y Saint-Michel-de-Porte por la D18b y la D242.

Nosotros, sin embargo, abandonamos el Ardèche y nos vamos a los Alpes Marítimos. Nos vamos al Turini.

¡El Turini, El Tramo Más Emblemático! ⛰️

El Turini es, sin lugar a dudas, el tramo más emblemático del Montecarlo y tiene diferentes trazados. Se puede subir desde el Lodao, desde el Antosque o Lusseram hacia arriba, o se puede subir desde Sospel, que es donde estamos ahora, un pequeño pueblecito que además es encantador para visitarlo.

Lo haremos por la carretera del Mulinet hasta el Turini, y luego bajaremos hacia la Bolène y hacia Beuil.

El Turini es la gran noche del Montecarlo, en la época clásica aquí se decidía la carrera. Andruet en 1973, Darniche en 1979, Oriol en 1993, grandes remontadas, grandes gestas y grandes derrotas, como la de Delecour en 1991. En la cima, en la época de los grupos B, franceses de Peugeot e italianos de Lancia que reaban con bolas de nieve... El Turini es el Montecarlo en estado puro.

No pocos Montecarlo se han decidido aquí en este tramo del Col de Turini.

En realidad, más que un tramo, Turini se asocia también a la última noche del Rally. Cuando el Rally era el Rally de Montecarlo y no esta especie de Rally Sprint que se organiza ahora. El Rally terminaba aquí con una noche que empezaba sobre las 10 aproximadamente, y terminaba de madrugada, empezaba en Mónaco, terminaba en Mónaco, estamos muy cerca en realidad de Mónaco, y se hacían dos o tres tramos por esta zona, que se repitián dos o tres veces, llenos de público y en unas condiciones muy distintas a las que encontramos hoy. A pesar de que ahora está mojado el tramo, porque estamos en verano, pero estamos en los Alpes, y por lo tanto esto es absolutamente imprevisible. Ha estado lloviendo hasta hace un rato y el suelo está mojado, pero los pilotos del Rally aquí se encontraban, podéis imaginar, con niebla muchas veces, pero sobre todo con nieve y con hielo, mucho hielo, en la calzada, además de madrugada. Era realmente complicado y por eso resultaba tan decisivo. La elección de los neumáticos era clave aquí, lo sigue siendo todavía cuando se corre este tramo todavía hoy, en el Montecarlo, pero en la época dorada de la carrera realmente era decisivo.

El que os proponemos nosotros que sube desde Sospel, por la D2566 hasta la cima, y luego baja por la M30 hasta la Bolène, y la variante que empieza en Lusseram y asciende por Peira Cava, siguiendo la propia D2566 para después bajar hasta la Bolène o hasta Sospel.

Cerca, muy cerca, otro tramo habitual en la noche del Turini, el que va de Antosque a Lusseram.

¡La Bajada del Col de Bleine! ⛰️

Después de las paellas de subida y de pasar el pueblecito de Mulinet, entramos en una zona muy boscosa, donde además hay algunos túneles como este que estamos pasando ahora mismo, que son realmente espectaculares, y es que lo mejor del Turini no es la carretera en sí, que es tremenda, es una carretera para, para conducir realmente. Lo mejor del Turini es el entorno, porque el paisaje en esta zona es espectacular, y más en un día como hoy, que está brumoso después de la lluvia y que estamos disfrutando todavía más por este contexto que tenemos.

Lo cierto es que además, me gustaría aquí destacar lo bien que tracciona este coche, es decir, cuando salimos a toda pastilla de una curva, evidentemente no consigue hacer una tracción absoluta porque es delantera, solo, y además, en esta zona está llena de gravilla, pero en las curvas de abajo, acelerando progresivamente, no entra en ningún momento el control de tracción, incluso sobre mojado. Y eso significa que realmente el eje delantero está muy bien puesto a punto y la tracción de ese eje, a pesar del callajado, si somos conscientes de ello y dosificamos bien el gas, pero saliendo progresivamente, conseguimos una buena salida, el coche sale perfectamente.

Una vez pasado el pueblo del Mulinet, accedemos al Turini, donde nos espera el albergue de Tou Balet, perfecto para tomar un café a medio tramo.

Esto es el Col del Turini, yo vengo de Sospel, voy a cruzar el col y me voy a ir hacia abajo, hacia la Bolène, Beuil. Si me hubiera ido recto por detrás, hubiera ido hacia Peira Cava, porque aquí las combinaciones son múltiples.

En cualquier caso, como llueve, os dejo. Me voy, ¡sigo!

La bajada hacia la Bolène que hoy está muy delicada por la lluvia, es una bajada muy divertida. No hay grandes paellas, pero sí curvas constantes a derecha e izquierda, enlazadas, con puentecitos de piedra como este que pasamos ahora, es una parte del tramo en el que descansas un poco después de toda la subida al Turini y de esa parte final con varias paellas de de las que necesitas fuerza para salir para arriba, porque son muy, muy empinadas. Luego viene esta parte que se disfruta más, digamos, vamos levantando un poco el pie para gozar del paisaje, de los muros de piedra. La verdad es que es un tramo muy variado, ¿no? Con una carretera que empieza de una manera, que se transforma dentro del bosque, luego llegas arriba y ahora esta bajada, que es una bajada notable, ¿eh? Con, con mucha pendiente hacia abajo, con estos puentecitos constantes. La verdad es que es muy chulo este tramo.

No solo, insisto, a nivel estrictamente de la carretera en sí, que es espectacular, sino el paisaje es muy bonito.

¡Un Último Tramo! ⛰️

Abandonamos la zona de Niza para acercarnos al último de los tramos que teníamos previsto visitar, el que va desde l'Escarène, el cruce entre la D2 y la D5, al norte de Grasse, hasta Sigale, cerca de Roquestéron.

Nosotros hemos previsto la versión corta, la que termina en el pueblo de Eglun.

En Francia hay un montón de monumentos extraños o, hasta cierto punto, extraños. Este conmemora el hecho de que aquí, en el Col de Bleine, un avión americano bombardero B-24 fue abatido en 1944 por la artillería alemana. Sus ocupantes se lanzaron en paracaídas, cuatro fueron hechos prisioneros, pero los otros seis fueron escondidos y con ello salvados por las gentes de los pueblos de alrededor, entre ellos el de Le Mas, por el que pasaremos.

Estamos en el cuarto tramo que os quiero mostrar, el del Col de Bleine. La subida, poca cosa. Lo bueno, la bajada y, sobre todo, el postre final, la llegada a Eglun.

El Col de Bleine es uno de los puntos más complicados del Montecarlo cuando hay nieve y hielo. Está en la carretera D5, dirección norte.

La bajada del Col de Bleine es aterradora. No a la velocidad a la que vamos ahora, evidentemente, sino en carrera. Aquí normalmente suele haber nieve y hielo, es prácticamente una zona alpina, aunque esté muy cerca de Grasse y de Niza. Pero la carretera está muy bacheada, pero es muy recta y es relativamente ancha, de manera que se puede correr muchísimo. Y al final de cada una de las rectas hay una horquilla exactamente como esta.

No es que sea muy difícil hacer horquillas, lo que es difícil es intentar mantener la concentración cuando vuelas camino de la siguiente, en bajada, a ciento y pico, prácticamente a 200 en algunos puntos, sobre hielo.

Superada la rapidísima bajada, hay que girar por la D10 hasta el pequeño pueblecito de Le Mas. Es una carretera bastante rápida, no muy estrecha y sobre todo casi desierta. La carretera nos llevará finalmente a Eglun.

Esta carretera, además, tremendamente bacheada, lo está y mucho, me sirve mucho para explicaros cómo va la suspensión de este Cupra Formentor. Otra horquilla, vamos pa' allá. Y gas, para la siguiente.

La verdad es que es una suspensión que yo pensaba que sería un poco más blandita, pero claro, como es pilotada, cuando pones el modo Cupra, la suspensión se endurece y la sensación al volante es de estar prácticamente al volante de un hatchback. Parece casi, casi un León. Es decir, el coche sí es verdad que está un poco más alto, pero la suspensión copia tan bien, y la dureza que tiene es la buena para este tipo de carreteras. En modo Cupra, ¿eh? Evidentemente, siempre estamos hablando de la posición más dura, que francamente es ideal para hacer esto. Va francamente bien, copia muy bien. La frenada también es buena, llevamos frenos Brembo, y por lo tanto se notan también. Es decir, el equilibrio del chasis es muy, muy parecido al de un León. Madre mía qué rápido es esto, es una barbaridad. Lo que deben de correr aquí los coches durante el Rally. Yo voy relativamente deprisa y me estoy asustando, imaginaros ellos sobre hielo.

¡El Final del Tramo! ⛰️

El final del tramo es impresionante, un túnel estrecho en el que apenas cabe un coche, nos lleva hasta un puente con casi 50 m de caída sobre el río Esteron que forma un cañón espectacular, y que luce aguas de color esmeralda. Tras el puente, otro minúsculo túnel y el tramo de carretera más famoso de apenas 3 m de ancho, con quitamiedos de piedra que nos separan del abismo a un lado, y la pared de roca abierta está a pico en el otro. Por aquí no es posible cruzarse con otro coche, si encuentras uno en medio, uno de los dos deberá dar marcha atrás. Nosotros pudimos pasar y rematar con las horquillas que restan hasta llegar a Eglun, desde donde el tramo, en ocasiones, se ha prolongado hasta Vasconia e incluso hasta Roquestéron.

Lo vamos a dejar aquí en Eglun, al final del cuarto de estos tramos que os hemos presentado en este video. Y nuestro Formentor que ha funcionado estupendamente. Ahora nos sacará de aquí por la carretera que va hacia Roquestéron y luego hacia Niza, pero hasta aquí se ha portado de maravilla. Yo la verdad es que no había probado esta versión de 245 caballos, y lo cierto es que me parece, y así os lo digo, como la más equilibrada de la gama. Es un coche relativamente ligero, pero que con la suspensión pilotada va estupendamente, buena dirección, buen motor, buena aceleración, unos frenos más que correctos y por lo tanto, a pesar de ser un SUV, para este tipo de carreteras, un acierto.

En cualquier caso, si os hemos levantado un poco el gusanillo de venir para acá, ya lo sabéis, es un buen sitio para pasar las vacaciones al volante. En cualquier caso, señores, señoras, todos, ¡feliz verano!